Falta de aire, algo de taquicardia, sensación de desesperación, podría ser un ataque de ansiedad. Se dice que la ansiedad es exceso de futuro, cuando se piensa demasiado en lo que pasará y en el miedo que provoca el porvenir, pero ¿es sólo eso? Según la Clínica Mayo vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo que, en muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad, los cuales a nivel emocional pueden causar ciertos síntomas que podrían somatizarse.
El costo mundial de la ansiedad según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que más de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión y sufren de síntomas de ansiedad.
Un estudio realizado por la OMS indica que los trastornos por depresión y ansiedad tienen un costo anual de un billón de dólares estadounidenses por pérdida de productividad para la economía del mundo.
La ansiedad en México antes y después del COVID-19
En 2003, durante la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (que es la más reciente elaborada en México), se estimó que el 14.3% de la población presentaba al menos en una ocasión algún episodio de ansiedad, mientras que el 9.2% había padecido algún tipo de trastorno afectivo asociado con la depresión.
Los datos antes mencionados, cambiaron dramáticamente en el 2020 con la pandemia de Covid-19, creció el miedo, la incertidumbre a movilizarse socialmente por un posible contagio, si a esto se suman las medidas de aislamiento social y la posibilidad de que los planes a futuro se vean cambiados, es de esperar que existiera un aumento en los niveles de ansiedad.
Síntomas de ansiedad generalizada
Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada en los adultos podrían ser los siguientes:
- Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos.
- Pensar demasiado los proyectos y considerar que todos tendrán malos resultados.
- Sentir que algunos sucesos de la vida diaria pueden ser amenazantes, aunque no sea así.
- No poder lidiar con situaciones de incertidumbre.
- Indecisión y miedo a enfrentar el futuro.
- Incapacidad para dejar de lado las preocupaciones.
- No poder relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite.
- Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se “pone en blanco”.
Entre los síntomas que más llaman la atención por su tipo y que serían los más preocupantes por formar parte de un ataque de ansiedad están:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada (hiperventilación).
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Tener problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales (GI).
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
Ansiedad Somatizada
Los síntomas físicos de la somatización se hacen presentes en la persona cuando esta tiene estrés y/o ansiedad muy elevados, es ahí cuando dolores o malestar de índole diversa, de manera frecuente y sin que exista ningún origen físico explicable para ello. Estos síntomas se repiten constantemente, son de larga duración generalmente y afectan la vida de la persona de forma negativa, sin que pueda encontrar una salida.
Síntomas de la ansiedad somatizada
- Dolores de cabeza o migraña.
- Dolor de espalda (general, espalda baja, hombros y/o cuello).
- Dolor en el pecho (opresión).
- Latidos cardíacos irregulares (sensación de taquicardia).
- Dolor articular.
- Dolor en brazos o en piernas (pesadez).
- Náuseas.
- Distensión abdominal.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Dolores en el abdomen.
- Intolerancias alimentarias.
- Picor en la piel.
- Psoriasis.
- Dermatitis.
- Caída del cabello.
- Incapacidad para mantener una erección en los hombres.
- Irregularidad y molestias menstruales en las mujeres.
- Algunos síntomas neurológicos (Parálisis, Debilidad muscular, Pérdida de equilibrio, Mareo y desfallecimiento, Cefaleas, Convulsiones, Neuropatías o Amnesia).
¿Cómo manejar la ansiedad?
Si descubre que la ansiedad inicia en usted puede intentar manejarla de las siguientes maneras:
- Dormir bien.
- Comer alimentos saludables.
- Mantener un horario diario regular.
- Salir de la casa todos los días.
- Hacer ejercicio todos los días, por lo menos 15 minutos diariamente.
- Mantenerse lejos del alcohol y las drogas ilícitas.
- Hablar con familiares o amigos cuando se sienta nervioso o asustado.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
- Dificultades para controlar la ansiedad.
- No dormir bien.
- Sentimiento de tristeza o deseos de hacerse daño.
- Tener síntomas físicos a causa de la ansiedad.
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